De la mano de mi apreciado amigo Joaquín Cot (incansable en su apoyo a la cultura) y Genioidea ( Web Genioidea, Turismo, Cultura, Hostelería Eventos), el pasado sábado, los compañer@s del taller de escritura de Isabel Simón para La libre pudimos disfrutar de un Aranjuez muy especial.
Gracias al guía Fran y al mismo Joaquín (día repleto de risas, cuánto me enseñas amigo) pudimos recorrer los principales espacios abiertos y jardines fuera de la perspectiva habitual y adentrarnos en ese Aranjuez hermético, repleto de simbolismo y mensajes encriptados, tallados en muros, hierro y tierra.
Encontramos la flor de la vida, las flores de lis, huevos cósmicos, proporciones aúreas, medidas de Vitruvio, y el punto geomante más importante de esta ciudad. Descrubrimos entre otros tesoros, a Apolo, al niño de la espina rodeado de harpías, y el paso entre el tejo y el acebo, tan oculto que nadie ve. El juego de la oca, el ojo de horus y las corrientes telúricas que hacen de esta ciudad una excepcional zona fértil. Los trazados de fibonacci por los jardines, las doce calles y las trinidades que todo lo ven.
Gracias por este día tan hermoso. Por compartir cultura, porque volando juntos, volamos mejor.
Joaquín, Emilio, Azucena, Paloma, gracias por vuestra amistad.
Rosa, Mila, gracias por vuestros poemas.
Gracias Ofelia, y a todos los estanques en los que estés sumergida.
Gracias a las compañeras Mónica, Gracia, Elena, por ceder estas fotografías. Y por intentar que yo saliera bien en alguna de ellas, porque la fotogenia no es lo mío. Y como os prometí, pongo la foto de grupo a pesar de salir horrible. Pero todo sea por la amistad.
Aranjuez, me tienes robado el corazón, menos mal que te veo muy a menudo.
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